creencias tenemos acerca de cómo vivir el sexo o la sexualidad seguramente entenderíamos porque sigue siendo un tema que trae de cabeza a media humanidad, propiciando más desencuentro que encuentro.
- Si una mujer se acuesta con un hombre entiende que tiene una relación afectiva.
- Si un hombre se acuesta con una mujer, entiende que se han divertido juntos.
- Si hay sexo fuera de la pareja se consuma la infidelidad.
- El sexo en solitario es más cómodo aunque menos divertido.
- El sexo sin compromiso en la mujer se busca para confirmar que eso es lo que se quiere.
- El sexo sin compromiso en el hombre garantiza seguir sintiéndose libre.
- Pasado un tiempo en pareja el deseo sexual desaparece.
- Lo normal es aceptar que a mi pareja le gusten otras mujeres una vez avanza la convivencia.
- La pornografía es la mejor manera de aliviar la soledad.
- Necesito tener sexo para saber si el otro me gusta.
- Para un hombre, una vez que tengo sexo pierdo todo el interés en seguir seduciéndola.
- Para una mujer, una vez que ennovio, comprometo o me caso, me aburro y no tengo ningún interés en conquistarle, o ser seducida.
La confusión que existe alimenta las diferencias y la guerra de género. Las diferencias entre hombres y mujeres facilitan que el encuentro sexual sea una experiencia que enriquece a los dos, siempre y cuando se entienda que es una energía que además de preservar la salud, se expresa a nivel del cuerpo, de la emoción y del pensamiento.
El aprendizaje de ese movimiento en los tres planos permite que el deseo conecte con la emoción y con un imaginario que contribuye a que las personas se vinculen plenamente.
Vivir cada uno por separado, sobre todo a nivel físico, nos genera confusión, aislamiento y nos hace inmunes a la necesidad de amor y de contacto profundo.