'El Espíritu de un Guerrero no está hecho a la entrega y a la queja, ni está hecho a ganar o perder. El Espíritu de un Guerrero está hecho sólo a la lucha, y cada lucha es la última batalla del Guerrero sobre la Tierra. Por eso el resultado le importa muy poco. En su última batalla sobre la tierra, el Guerrero deja fluir su Espíritu libre y claro. Y mientras se entrega a su batalla, sabiendo que su Intento es impecable, un Guerrero ríe y ríe.'