EL INFIERNO
Un hombre muere y va al infierno.
Allí descubre que hay un infierno para cada país.
Siendo mexicano malinchista se dirige a la sección de primer mundo:
Va primero al infierno alemán y pregunta:
-¿Qué te hacen acá?
-Aquí primero te ponen en la silla eléctrica por una hora, luego te acuestan en una cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día viene el diablo alemán y te da de latigazos.
A nuestro compatriota no le gusto nada, así que decide excursionar un poco más por los otros infiernos.
Descubre que tanto el Estadounidense como el infierno Ruso, el Francés, el Ingles y el Chino hacen exactamente lo mismo.
Aterrorizado y decepcionado logra observar a lo lejos, en la sección tercermundista de infiernos una fila enorme, la gente realmente se ve muy animada a entrar a un infierno en particular.. . Era el 'Infierno Mexicano'
Intrigado se apresura a llegar al final de la cola y pregunta al último de la fila:
-¿Qué es lo que te hacen acá?
-Aquí te ponen en una silla eléctrica por una hora, luego en una cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día viene el diablo Mexicano y te da de latigazos.
-¡Pero es exactamente igual a los otros infiernos!
¿Por qué aquí hay tanta gente queriendo entrar?
-Porque nunca hay luz, la silla eléctrica no sirve, los clavos de la cama se los robaron y el diablo viene, firma y se va.
VIVA MEXICO ...
Querida, ten cuidado al pegarle a la pelota, no sea que la mandes a una de esas casas y rompas un vidrio. Va a costar una fortuna repararlo.
No alcanzó a terminar la frase cuando ella da un golpe y la pelota se va directamente contra una ventana de la mejor casa.
Él le reprocha:
Te dije que tuvieras cuidado. Vamos a ofrecer disculpas y
ver cuánto nos va a costar el arreglo.
Van hasta la casa, golpean y desde adentro una voz responde: Pueden entrar, la puerta está sin llave.
Abren la puerta y ven todo el
vidrio disperso por el piso, una botella rota cerca de la mesa y a un hombre con aspecto distinguido sentado en un sillón que les dice:
¿Ustedes son los que rompieron la ventana?
Sí -responde el marido con timidez- y lo sentimos mucho. Queremos pagar el daño.
De ninguna manera, soy yo el que debe agradecerles.
Soy un genio que estuvo preso en esa botella durante miles de años. Ustedes me liberaron.
Por eso puedo concederles tres deseos; les doy uno a
cada uno y me guardo el tercero para mí.
¡Qué bien! -dice el marido-, yo quiero un millón de dólares cada año, durante el resto de mi vida.
No hay problema.
Es lo menos que puedo hacer por mi libertador.
Yo quiero una casa en cada país del mundo -agrega ella.
Tu deseo está realizado.
¿Y cuál es tu deseo, Genio? -pregunta intrigado el marido.
Se toma unos segundos
y dice el genio:
Desde que quedé preso en esa
botella, hace miles de años, no tuve oportunidad de tener sexo. Mi deseo es acostarme con tu mujer porque siempre soñé hacerlo con la primera mujer que viera.
Bueno, querida,
nos ganamos un montón de dinero y todas esas casas.
No sé qué piensas tú,
pero es una sola vez.
Creo que no está pidiendo mucho.
La mujer asiente entusiasmada. ..
El tipo no está tan mal -pensó.
El Genio la lleva a un cuarto y pasa alrededor de tres horas con
ella dándole con todo.
Al finalizar, mientras se visten, el Genio la mira y le pregunta:
Dime... tengo una curiosidad: ¿Cuántos años tiene tu marido?
Treinta y cinco - responde ella -
¿Y todavía cree en genios?
MORALEJA:
'Los perros abren los ojos a los 15 días... pero los cojudos, nunca..!
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E-MAIL EN CLAVE
La celosa esposa de un hombre de negocios, que suele viajar
frecuentemente al exterior con su joven y bella secretaria,
contrata, devorada ya por las sospechas, a un carísimo
detective privado para que los siga de cerca...Apenas sepa algo, comuníquemelo a mi e-mail», le dice la mujer al
detective..
Una pareja estaba jugando al golf en un campo muy distinguido, rodeado de bellísimas mansiones.
En el tercer golpe, el marido le
dice a la mujer:
sola palabra: «NEGOCIO».
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CORNUDO PREOCUPADO
Un tipo recibe una llamada anónima, avisándole que todos los días, en
cuanto él se va al trabajo, su mujer lo engaña con un amigo, Carlos Emilio.
Al día siguiente, el tipo sale de su casa, pero se queda espiando desde la
esquina.
Al rato ve llegar al tal Carlos Emilio, un tipo súper atlético,
aristocrático, con un BMW último modelo, ropa italiana última
moda, un ramo de flores y toca el timbre de su casa.
Desde lejos ve que su mujer abre la puerta y lo hace entrar.
El marido corre a su casa, abre con su llave sin hacer ruido, entra
sigilosamente y espía por la puerta entreabierta del
dormitorio. La mujer se había esmerado por poner las mejores sábanas.
Carlos Emilio se quita la chaqueta revelando unos hombros poderosos y
armónicos.
La mujer lo besa apasionadamente mientras se quita los zapatos.
El marido no sabe qué hacer, ni cómo intervenir y sólo atina a seguir
espiando.
Carlos Emilio se quita la camisa de seda natural y muestra un torso
perfecto, un vientre duro y sin un gramo de grasa.
La mujer se quita la falda dejando al descubierto unas piernas y nalgas
llenas de celulitis, y acaricia con locura a Carlos Emilio.
Éste se quita los pantalones: sus piernas son virilmente perfectas.
La mujer se quita la blusa: su vientre lleno de estrías, se suelta el
sostén y los pechos, flácidos y caídos, ¡le cuelgan hasta el ombligo!
El marido esconde la cara entre las manos y murmura:
- ¡Puta madre... qué vergüenza estoy pasando con Carlos Emilio!